La escena del metal amaneció convulsionada tras el anuncio de la salida de Alissa White-Gluz de Arch Enemy, una de las voces más reconocibles del death metal melódico de la última década. Pero la vocalista canadiense no dejó que la sorpresa enfriara el momento: apenas unas horas después, reveló “The Room Where She Died”, el primer adelanto de lo que será su álbum debut como solista.
El sencillo, descrito en la promo oficial como un avance “inmediato y audaz”, funciona como declaración de intenciones. La composición musical estuvo a cargo de Oliver Palotai, teclista de Kamelot, mientras que Alissa asumió el control total de las voces: interpretación, letra y grabación. El lanzamiento llega acompañado por un videoclip producido por el colectivo serbio iCODE, basado íntegramente en un guion escrito por la propia cantante.
“The Room Where She Died es una canción que me permite expresarme de formas que llevaba años queriendo explorar”, comentó la vocalista. “Este álbum será diverso, y me entusiasma abrir este nuevo capítulo con una obra que ideé desde cero, tanto en lo musical como en lo visual”.
La salida de Alissa de Arch Enemy marca el cierre de un ciclo que definió a la banda durante doce años. Pero, a juzgar por este primer paso, su carrera en solitario apunta a expandir registros, estéticas y emociones que quizá no tenían espacio dentro del engranaje de una agrupación consolidada y con una identidad creada.
