David Blanco, con Feudalismo Moderno, y Switch, con su álbum homónimo, resultaron sendos ganadores del Premio Cubadisco en las categorías de «pop/pop rock» y «rock metal»; aunque el hecho quizás no haya trascendido demasiado en el panorama noticioso de la escena.
Además de transmitir mis felicitaciones a los premiados, considero justo hacerlo también con el resto de candidatos, pues para nadie son un secreto las dificultades a las que se enfrentan buena parte de los creadores cubanos, en especial, quienes graban de manera independiente.
En el caso del metal, resulta una satisfacción saber que este año, tanto Switch como los nominados Bonus y Odisea, presentaron álbumes que de competir en ediciones diferentes, quizás hubiesen resultado ganadores, pues su calidad y su producción son notables.
De este último parámetro, me gustaría destacar el trabajo de Jorge García “Indio”, quien desde su silla de productor en Deepblast Studios, le puso el toque final a los discos de cada una de las bandas nominadas.
Si bien es cierto que los premios institucionales generalmente no son representativos de la totalidad de una escena —en el caso del rock y el metal, Cubadisco no lo es—, estar entre sus candidatos y ganadores constituye un logro respetable y el reconocimiento al trabajo bien hecho. Una vez más, felicidades.