La noche en que Romeo Nanhekhan cantó por primera vez frente a diez mil personas, los asistentes al Wacken Open Air del 2018, conocieron que el metal de un país de medio millón de habitantes y poco más de diez bandas, era capaz de mover por completo a un público acostumbrado a la dureza de Kreator, Mayhem o Iron Maiden.
Asylum, la agrupación de Surinam que había ganado la Batalla Regional del Caribe, luchaba entre 30 aspirantes para convertirse en la líder del metal emergente en el mundo, en tanto Romeo, su frontman, fusilaba con su voz a cuanta audiencia se acercara a donde su grupo estaba tocando. Dos años después, mientras recuerda su noveno lugar en aquella competencia y el Wacken Open Air celebra su edición virtual, el cantante nos cuenta quiénes son Asylum y por qué deberíamos conocerlos.
“Hacemos una mezcla entre metalcore, heavy y groove metal, con un toque de cultura surinamesa”, explica el cantante, y dice que, en una palabra, hacen “Srananmetal”, que sería en Cuba como el metal mestizo de Tendencia o el metal palestino de Metastasys.
Surgida en 2012 y con notables influencias de Lamb of God, Pantera, Gojira y Killswitch Engage, estos monstruos del metal caribeño nacieron de una agrupación anterior, Shadows at Dawn, y pronto comenzaron a incorporar nuevos músicos. Gracias a su rendimiento en vivo en el circuito underground de su país, Asylum logró una gran aceptación entre la audiencia y lanzó su primer EP, Domination, en 2018.
Ese mismo año, la agrupación clasificó a la Batalla Caribeña por el único pase al Wacken Open Air, y logró viajar a Alemania y defender el metal de su país. Quedar en el top 10 de los mejores artistas emergentes consolidó más aún a Asylum, y tras su galardón como la mejor banda novel de Sudamérica en los Global Metal Apocalypse Awards, su música se esparció por el resto del continente.
Hace apenas unas semanas, los surinameses lanzaron su nuevo EP, llamado The Empire. Si te gusta como suenan, quizás deberías seguirlos y así ayudar a que la banda siga inyectando Srananmetal en las venas de todos los metaleros del continente.
(Reseña publicada originalmente en Opía Magazine)