
Ilustración: Rafo
Para muchos, la banda que lo cambió todo. Amada, odiada, adorada y vilipendiada, Metallica es, probablemente, el grupo de metal más grande de todos los tiempos. Pese a sus luces y sombras, la música que amamos no hubiese sido tal y como la conocemos de no haber existido Kill ‘Em All, Ride the Lightning, Master of Puppets, ..And Justice for All y su hómonimo, el Black Album. Al cumplirse hoy un aniversario más de la grabación de su álbum debut, te comparto cinco datos curiosos sobre los inicios de estos monstruos de la música.
El origen del nombre
De dónde salió el nombre de Metallica era la pregunta de muchos fans hasta que Lars Ulrich, baterista y fundador de la banda, hizo la historia hace un tiempito. Cuando en 1981 llegó a San Francisco, conoció a un piquete de rockers en una cervecería, y un tal Ron (no el de Harry Potter) le habló sobre un fanzine al cual no sabía cómo llamar. “¿Y tú qué nombre le pondrías, compadre, Metallica o Metal Mania?”, le preguntó a Lars, y al músico le brillaron los ojos cuando respondió: “Metal Mania suena mejor…”. Dice el cantante, James Hetfield, que tomaron el nombre “prestado”.

¿Metallica o Mettalica?
Si estás preocupado porque tienes una banda y los únicos fans son tu novia y tu mamá, recuerda que Metallica inició tocando para 40 personas en un club de mala muerte en California. Según el bajista original de la banda, Ron McGovney, Hetfield exageró cuando dijo que eran 200, pues en aquel entonces al grupo no lo conocían ni en su casa a la hora de comer. Para colmo, al guitarrista Dave Mustaine se le partió una cuerda tocando y en el primer compilatorio donde la banda apreció fueron acreditados como Mettalica (así, con dos “t”). ¡Rockeros de todo el mundo, todavía hay esperanzas!
El miedo de James

Muy pocos son los fans de Metallica a quienes le desagrada la voz de James Hetflield, pero la realidad es que a este no le hacía demasiada ilusión ser el cantante del grupo. Al parecer, James se sentía presionado frente al micrófono y notaba más comodidad en la guitarra, así que Metallica barajó la posibilidad de que
John Bush, vocalista de Armored Saint, grabara las voces de su debut. Como Bush declinó la oferta y Hetflied recuperó la confianza, todo terminó bien, pero incluso Lars Ulrich pensó en algún momento convertirse en frontman de la banda.
Un cambio forzado
Como seguramente sabes, Dave Mustaine fue expulsado del grupo justo el mes antes de comenzar a grabar. El amigo pelirrojo estaba más enganchado al alcohol que tu mamá a las novelas turcas, y como siempre andaba con un lío diferente, sus colegas de la banda le sacaron un pasaje en el Ómnibus Nacionales de Estados Unidos y le dijeron bye bye. Kirk Hammet, el nuevo guitarra líder, tuvo un mes para reescribir los solos de Mustaine y adaptarnos a su estilo, lo cual no le hizo mucha gracia al fundador de Megadeth.
Metal up for your Ass…

Aunque el disco debut de Metallica se lanzó como Kill ‘Em All (Mátenlos a todos), su título original era Metal up your Ass y el artwork era una mano con un cuchillo saliendo de una taza de baño. A la disquera no le hizo demasiada gracia y mandaron a cambiar todo, así que el bajista Cliff Burton se molestó y preguntó: “Chico, ¿y por qué no los matamos a todos pal carajo?” Los demás solo lo miraron y de ahí nació el nuevo nombre…
(Este texto fue publicado originalmente en Opía Magazine, en mayo de 2020)