
Ilustración: Dartti Dare
Si eres fan del punk clásico o simplemente te apasiona la historia del rock, hoy te traemos cinco datos curiosos sobre los Ramones, una de las bandas más influyentes, veloces y carismáticas que ha dado el punk. Anécdotas, rarezas y conflictos internos que ayudaron a forjar su leyenda.
¡No eran hermanos ni primos ni nada!
Pese a la creencia común de que era hermanos, cabe aclarar que no existía ningún parentesco sanguíneo entre los fundadores de la banda, sino que su elemento en común era vivir en el mismo barrio de New York (lo mismo que Alamar y Gente de Zona). El apellido, como muchos saben, lo tomaron del seudónimo usado por Paul McCartney para pasar desapercibido en sus giras: Paul Ramone.
Más de 2000 conciertos…
Durante sus 22 años de carrera, los Ramones ofrecieron exactamente 2263 conciertos. No pararon nunca de salir de gira pues esto los motivaba, y disfrutaban mucho compartir con otras bandas de punk del mundo. Antes de un concierto en Argentina, Joey Ramone tenía ganas de echarse unos lagers, pero las Heineken que tenía en el camerino le parecían muy fuertes, así que se las cambió a sus teloneros, Los Violadores, por unas cuantas cervezas locales. ¡Se salvaron los argentinos!

De rechazado a ícono
Durante su niñez, Joey Ramone padeció de un trastorno obsesivo-compulsivo que lo obligaba a revisar las cosas una y otra vez para ver si todo estaba en orden, y durante toda su vida sufrió de una miopía nivel Dios. Desde muy joven comenzó en la música y estuvo incluso en una banda llamada Sniper, de la cual le echaron aparentemente por no ser muy bien parecido… Cuando entró a Ramones lo hizo como baterista, pero a sugerencia de Tommy, terminó siendo el cantante principal.
La historia de Sheena
La canción “Sheena is a punk rocker”, una de las más populares del grupo, fue también una de las primeras en utilizar la palabra punk en el título. La letra corrió a cargo de Joey Ramone, quien se inspiró en la historia de cuando Dee Dee estaba muerto con una punkie que no le hacía caso a nadie porque se creía una “pila ‘e cosas”. Si el tema lo hubiese escrito un reggaetonero, el título sería algo así como “No te hagas la dura, mi Sheena”.
El KKK, la jeva y una traición sin perdón
Uno de los mayores conflictos internos ocurría entre Joey y Johnny, pues mientras el primero era un liberal de izquierda, el segundo era bastante conservador. Si bien se andaban peleando a cada rato por eso, Johnny le puso “la tapa al pomo” cuando le tumbó la jeva a su colega y le restregó el matrimonio por toda la cara. La respuesta de Joey fue hablarle lo menos posible a los dos y escribir la canción “The KKK Took My Baby Away”… ¡Si fuese otro, le hubiese partido la vida!
(Este texto fue publicado originalmente en Opía Magazine)