Los muchachos de Darkness Fall son una clase “rara” de rockeros. No llevan el pelo largo, se visten “normal” para los cánones de la “frikandad” y su sonido es un híbrido entre metalcore y música urbana. Activos desde 2008 y tras varios cambios de alineación, llegan a este verano con el estreno de su cuarto álbum de estudio, Control , donde explotan como nunca antes la sonoridad que escandaliza a unos, cautiva a otros y sorprende a unos terceros: el “repacore”. ”.
Para más señas, conversé con Humberto “Piko” Álvarez, vocalista del grupo desde 2010 y uno de los principales artífices de la identidad lírica de Darkness Fall en los últimos tiempos.
¿Cómo ocurrió el proceso de producción de este cuarto álbum?
Desde el año 2019, aproximadamente, estábamos trabajando en nuevo material, editando maquetas y, sobre todo, tratando de encontrar la dirección exacta que tomaría Darkness Fall . Después de un trabajo de casi ocho meses eligiendo cada corte, entramos a Holy Monkey, nuestro estudio, en el cual realiza el trabajo de producción Eliexis Triana.
Ya con este paso empezó la parte que menos me gusta a mí en lo personal, jaja: la grabación de instrumentos y la escritura de las letras. Es un trabajo bastante duro, porque tenemos que ponernos de acuerdo en cuanto a los arreglos y los textos, sus temáticas, y otros detalles. En la base de los temas casi siempre están a la cabeza Michel Estrada (guitarra) y Eliexis; en los arreglos, Alex Ricardo (batería y dirección), Eliexis y un poco yo; y en las letras, principalmente yo, aunque todos aportamos.
El objetivo es que escuches los primeros compases y digas: “Eso es Darkness Fall ”. Como utilizamos todo tipo de tendencia y género, decimos que hacemos un gran batido: el repacore.
¿Cuánto crees que Control conserva o innova con respecto a los trabajos anteriores de la banda?
Este disco abarca todos los géneros por los que ha transitado Darkness Fall, siempre bajo una línea coherente con la filosofía del grupo. Así, te encuentras temas de metalcore como “Bajo Presión”, algunos más parecidos a los del CD Mil Razones , como “Contrarreloj”, una balada: “Sin verte”, y canciones que tienen más que ver con el género que te mencioné.
Precisamente sobre esto último, ¿de dónde surge la etiqueta de repacore?
Nació primero como una broma, por algunas críticas que nos hicieron los metaleros más conservadores al ver que fusionábamos los estilos del metalcore y el deathcore con géneros urbanos como el reggaetón. Nos llamaban repas (reparteros), y nada más lejos de la verdad… Lo que comenzó como una parodia al género en el disco Game Over (2016), se estaba haciendo más serio, porque realmente nos abría el camino a sonoridades más actuales y hacía nuestra música más rica.
En general, el sonido aquel gozó de muy buena acogida entre el público, y eso, aunque muchos no lo crean, llevó mucho trabajo de investigación sobre géneros que nunca habíamos tocado, y sobre los que hemos aprendido mucho en el camino. En cuanto a la imagen del grupo, que es algo de lo que suele hablarse también, es súper importante para nosotros, pero sin ningún tipo de imposición: buscamos sentirnos cómodos y que sea acorde a la personalidad de cada integrante.
Volviendo al disco, ¿hay algún tema en específico que te gustaría destacar?
A mí me encanta “Control”, pero los gustos son diversos en la banda, jaja.
¿Dónde puede encontrarse el disco?
Desde el día 10 de agosto, está disponible de forma gratuita en nuestro canal de Telegram, y próximamente lo estará en unas 20 plataformas en Internet, de las cuales estamos esperando la respuesta a los permisos.
Ya vimos un video con letra del tema “Headshot” como adelanto del disco y una convocatoria para que el público se grabe cantando y envíe el material a la banda. ¿Cómo surgió esta idea?
En realidad es algo simple: nos parecía muy bueno que cada cual, ya fuera músico o fan, pudiese hacer su video y luego aparecer en el clip oficial; Creemos que también es una manera de crear mayores vínculos entre todos, que falta hace. Estaremos recopilando los videos a través de un grupo de Telegram, y también pueden hacer la entrega personalmente, hasta el próximo 30 de agosto.
¿Cómo ha sido la experiencia de Darkness Fall en este año y medio de confinamiento a raíz de la COVID-19?
La COVID-19 ha puesto la situación difícil y no solo a los músicos del género, sino a todos en general. Nos hemos tenido que reinventar como realizadores de videos y empezar a trabajar 100 por ciento en las redes. Sin conciertos, casi se pierde la razón de ser, lo que muchos han sabido crecer ante esta situación y aprovechar el tiempo para grabar discos y videos, y ofrecer algunos eventos online.
Por otro lado, está presente también el impacto de la situación económica, que, dicho sea de paso, se agrava para los músicos y sus familias cuando ocurren demoras, en ocasiones, hasta de dos meses, en los pagos del Instituto Cubano de la Música. Una situación así estamos viviendo ahora mismo.
¿Alguna valoración sobre el estado del metal cubano, y en especial, del metal moderno?
Pues el metal en Cuba siempre está, en mi opinión, atravesando por un momento difícil; y con la pandemia, más… Los problemas son los mismos de siempre: falta de apoyo institucional, poca promoción en los medios… Lo positivo es que se ha incrementado el trabajo en las redes sociales (aunque siempre digo que no se hace nada si creas un espacio para promover el metal cubano y te lo llenan con publicaciones internacionales), y que existen bandas serias trabajando sin rendirse, y nuevos intérpretes se unen a defender el género con muchas ganas.
Y para Darknes Fall, ¿qué significa el metal?
Creo que es nuestra voz, la manera de expresarnos en general. Lo amamos y lo defendemos porque, además, es muy rico en cuanto a sonoridad, y eso como músico, se agradece. Es un modo de vida, hermano. Y de Darkness Fall, esperen más música mientras nos queden fuerzas.