El Cine Teatro Miramar albergó la noche de este viernes el esperado Blood Fest, donde ocho bandas de metal y una de rock constituían el grueso del cartel. Tras la cancelación de Breaking Hindrance por problemas de salud y los típicos retrasos de cualquier evento, le tocó al grupo Doble A romper el hielo, en un ambiente que se aleja de su zona de confort y donde el pronóstico apunta a la indiferencia.
Doble A, en lo poco que estuve, no sonó para nada mal, y tocó con energía, seguridad y buena onda. Solo que en un evento donde el plato fuerte es el metal (y cuanto más extremo, mejor), su público estará reducido, en el mejor de los casos, a aquellos que llegan temprano o a quienes no les importa pasar un rato con otro tipo de sonidos. Ese es el riesgo y el gran desafío de las bandas rockeras en conciertos de metal. Con Ariel y su tropa la historia no fue diferente. ¿Habrá que repensarse las cosas? Yo creo que sí.