Los Lugus regresaron al escenario el pasado viernes en el Blood Fest, como continuación de la banda Doble A. Con su metal técnico y la proyección que los ha llevado a eventos dentro y fuera de la capital, dispararon lo mejor y más agresivo de su repertorio, e incluyeron un tributo a Dissection, dedicado al músico y productor Javier Rodríguez (Skjult).
Me apenaron, sin embargo, par de cosas. Primero, que un grupo tan prometedor y con tan buen recorrido en los últimos dos años haya aparecido como segundo en el cartel y no un poco más hacia el cierre. Y luego, que muchos asistentes no le dieran siquiera una oportunidad hasta los últimos minutos de su concierto, cuando por una causa u otra decidieron entrar y, sorpresa, no les desagradó lo que vieron. ¿Será tan difícil probar antes de descartar?