
Una breve escapadita al Submarino Amarillo con Gens y Vieja Escuela. Un lugar que se mantiene a pesar de los pesares, y donde puede verse ese par de rostros conocidos que aún quedan en este lado. Una visita breve entre lo amargo y lo dulce, lo familiar y lo extraño.
De fondo, los acordes y canciones que aunque varíen de grupo en grupo, se sienten igual que otras veces; como si ese sótano del Vedado fuese un bucle infinito por donde pasan canciones, bandas, recuerdos y rostros, y donde el tiempo fue atrapado para siempre entre las cuerdas de una guitarra.