Pocas veces una banda «joven» me ha impresionado tanto a la primera como los Green Beans, anoche en Fellini Bar. Y digo joven entre comillas, porque los pocos meses de vida de este piquete de alternativo son en realidad un engaño ante la experiencia de sus integrantes y la energía que despliegan en escena.
Con Green Beans en el Fellini no hay nervios, no hay mala vibra, no falla el audio y la banda hace un show: ese en el que cada miembro disfruta lo que hace y tiene el respaldo de un equipo profesional para que todo funcione al dedillo. Si es domingo, son las diez de la noche y lo tuyo es la música rock, no lo dudes… llégate…