Si alguna vez me animase a hacer un top 10 de mis canciones preferidas de metal cubano en lo que va de siglo, entre ellas estaría «Cabiosile». La primera vez que escuché este tema de metal fusión fue en un ensayo de Treatment Choice, a solo unas semanas de aquel sueño casi palpable del Wacken Open Air.
El grupo encabezado por el guitarrista y productor Neiver Díaz, aspiraba a la par que Saloma y par de bandas caribeñas, a conquistar un cupo en el festival metalero más grande del mundo. El COVID, intempestivo, pospondría aquel sueño hasta el día de hoy, pero la banda, más allá de cambios, no renuncia.
Fusionar el metal en Cuba es que a veces te digan rumbero, vendido o frikipalo; que algunas puertas se abran, pero muchas otras se cierren; que tengas que buscar las maneras de no caer en los clichés. Los de Treatment Choice lo saben, pero no se asustan, porque saben qué quieren lograr y defienden su camino a pura bomba. En donde sea que estén, y a donde quiera que vayan, llevarán consigo esa sangre de mambí a la que cantan, y la eterna bendición de los orishas.