Como una antología de “nueve canciones con hermosos temas de paganismo nórdico” y “un tapiz de black metal épico”, define la disquera británica Black Spark Records a su más reciente lanzamiento, cuyos creadores —pese a hallarse a miles de kilómetros de esas tierras legendarias— componen textos y melodías paganas nada menos que desde una isla en el Caribe. El metal cubano, una vez más, vuelve a ser noticia en el mundo underground gracias a Helgrind, pues Return to Motherland, el segundo álbum de su carrera, está disponible desde hoy para la venta a través del sello mencionado.
A propósito de la publicación oficial del disco, y como pretexto para repasar los últimos acontecimientos que han marcado el quehacer de esta banda habanera, conversamos con su cantante y director, Ernesto Riol Betancourt, quien relata los orígenes de la alianza con Black Spark Records y la importancia del álbum en la evolución del grupo.
“Cuando terminamos la composición del Return to Motherland, fuimos testigos del cambio musical y la calidad que tenía el álbum, tanto en producción como en contenido, así que nos propusimos contactar con un sello discográfico internacional”, cuenta el vocalista. “Con la llegada de la COVID-19 y la cancelación de los conciertos, nos pusimos manos a la obra. Ahí jugó un papel fundamental el guitarrista Jordy Fuentes, quien a través de la Encyclopaedia Metallum (los Metal Archives), comenzó a buscar discográficas especializadas en viking, folk, pagan y black metal. A Jordy le dieron respuestas sellos de Irlanda, Rusia, Alemania, pero siempre había un “pero”. Algunos nos preguntaban si podíamos salir de Cuba para tocar en vivo, otros, exigían demasiado en términos de pago; y eran condiciones que no nos podíamos permitir. Yo, por mi parte, estuve haciendo lo mismo: buscando tanto promoción como recomendación de discográficas. Contacté con Rob Darken, de Graveland, y con músicos de Heidra y King of Asgard. Las respuestas no eran convincentes, por el camino me quedé sin móvil y nos bajaron un poco los ánimos… es un proceso complicado”.
“Pero realmente no queríamos que un álbum como Return to Motherland se quedara en el aire, así que seguimos la búsqueda. Acudí entonces a la ayuda personal de Javier Rodríguez Prendes (“Conspirator” en Skjult), quien tiene mucha experiencia llevando sus proyectos a sellos internacionales. Él me dio un gran catálogo: me aconsejó que empezara por Forter Records (donde está fichado Narbeleth) y Satanath Records, (con el que está Skjult), pero también sugirió a Black Spark Records, porque los conocía. Al sello finalmente le gustó la música de la banda, y luego de las negociaciones y la firma, pudimos lanzar el EP The Tragedy of Túrin Turámbar y, ahora, esta edición de Return to Motherland”.
¿Por qué es tan especial este disco para Helgrind?
Return to Motherland es un álbum muy especial para nosotros por varias razones. Es nuestro segundo trabajo de larga duración, y si le echas un vistazo nuestra carrera, que comenzó en 2012, te darás cuenta de que nos demoramos un poco entre el lanzamiento de ese disco y el anterior, Through the Helgrind Gates (2018). Eso es porque comenzó para nosotros un período en el que teníamos muchas ganas de crear y nos pusimos a escuchar bastante música, a conocer nuevas bandas, estilos, historias; y la creación de Return to Motherland es el reflejo de esos cambios.
Además, es un trabajo muy complaciente a nivel musical: para los seguidores del black, tiene muchas influencias de ese estilo; para los seguidores del folk, hay sus detalles de folk; y lo mismo para los del death melódico. Líricamente, es un álbum que toca varios aspectos de la mitología europea: germánica, eslava, finesa… Además, considero que este cambio del death/viking al pagan metal, nos hace pioneros del estilo en Cuba. Porque del death/viking se puede decir que hubo intentos como los de Tragedy y Mordor, pero nadie hasta ese momento había alcanzado lo que es el pagan metal. Para mí, Return to Motherland es el álbum debut de ese estilo en Cuba.
¿Qué diferencia exactamente al pagan metal del estilo anterior?
A ver… Cuando Helgrind comenzó, tenía muchas influencias de death metal melódico. Amon Amarth era un referente para la banda en esa época, aunque desde las audiciones para cantante le vi el toque de viking al grupo. Entonces, con Daniel López, quien también tiene esa pasión por el género, empezamos a tornar ese death metal melódico en death/viking melódico.
La diferencia entre el viking y el pagan metal recae mucho en lo musical, pero, sobre todo, en las letras. El viking metal mayoritariamente cuenta mitología nórdica, y dejas de hacerlo si te sales de esa gama de leyendas e historias. El pagan puede contar historias helénicas, germánicas, finesas, eslavas… Date cuenta que el pagan —que no es más que el término usado por los cristianos para religiones que no eran la suya— parte del black metal, de bandas como Enslaved y Falkenbach, con esencia en el mensaje anticristiano. En Helgrind, ese mensaje está reflejado en las letras, tanto en las históricas como en las mitológicas, y Return to Motherland es precisamente eso.
¿Tienes alguna canción o canciones favoritas del disco?
Jeje, es complicado, pero te voy a responder… Mi preferida, preferida, preferida, es “Return to Motherland”, porque es un tema que pensamos entre el ex guitarrista de Helgrind, Pablo Robbio, y yo, cuando estábamos en el servicio militar. Los toques acústicos provienen de una canción que hicimos, ayudados por un libro de música celta. Cuando Pablo empezó en Helgrind, se convirtió en una de esas canciones que no salieron en Through the Helgrind Gates por estar incompleta, pero después quisimos tenerla como tema principal de un álbum. Es una canción que tiene elementos de folk, tiene coros, hay black metal, death metal melódico… define la música de Helgrind.
Después te hablaría de “Blöta”, que es la más fiel al sonido del pagan/black metal y tiene influencias de bandas como Kampfar y Windir. “Rusalka” me encanta por la letra de Daniel López y la voz de Katia Fernández. También está “Mighty Fallen One”, una canción más agresiva que es también un tributo a Quorthon y a Bathory —una banda que adoramos y una leyenda del metal que no puede ser olvidada. “Väinämöinen” me encanta porque es una canción con el estilo del death melódico finés. En fin… todas me gustan, pero te mencionaría esas en prioridad.
¿Crees que Helgrind ha alcanzado su madurez musical con este disco y con el último EP, o le queda por evolucionar aún?
Helgrind ha experimentado una evolución musical que es evidente tanto para nosotros como para el público. Creo que hemos crecido a nivel de instrumentación, de voces, de profundidad en las letras, pero no es el tope. Si hay una cosa de la que estoy muy orgullo es de mis compañeros de banda, que son como hermanos, nuestras grandes ganas de hacer algo, de escuchar música. No somos de esa clase de gente que dice: “Vamos a tener una banda, jaja”, ya. Nosotros vivimos para eso, para escuchar música, compartirla, intercambiarla. Por eso es difícil a veces buscarnos las influencias, porque tenemos de todo un poco y todos aportamos desde lo individual. Así que, para nada… Helgrind sigue evolucionando.
Volviendo al lanzamiento del disco, ¿se hizo alguna modificación especial para esta edición de Black Spark Records en cuanto a contenido, sonido?
Hay una pequeña modificación para las canciones. Black Spark Records es una discográfica muy seria y siempre está al tanto de posibles problemas legales, y en este Return to Motherland no estará nuestro cover a Falkenbach. Los conocedores del folk/pagan/black saben Falkenbach es una banda extremadamente underground en el sentido de que apenas tiene interacción con el público, pero está fichada por Napalm Records. Entonces, para evitar un conflicto, se hizo ese cambio.
¿Cómo pueden los fans de Helgrind hacerse con una copia en físico del álbum?
Como parte de los términos del contrato, el sello va a enviar varias copias a la banda, y tan pronto estén aquí, compartiremos la información y las fotos para iniciar la venta. Se estima que el disco tenga un buen lanzamiento, y cabe la posibilidad de que, si se vende rápido, se pueda reeditar.
Sobre ese mismo tema, ¿qué opinas de quienes piensan que ser una banda underground equivale a renunciar a las ganancias por venta de discos y merchandising?
Esta pregunta me encanta… Aquí en la escena nacional hay un gran desconocimiento de qué es el underground. Varias personas piensan que ser underground es no tener discográfica, no vender merchandising, no tener nada… su máxima meta es dar un concierto, y ya. Hay una gran diferencia entre el mainstream y el underground, y es una diferencia de convicciones filosóficas, de ideales. Muchas de las bandas undergrounds tienen sus propios sellos o pertenecen a sellos underground, y tienen su propia red de fanzines, de intercambio…
Black Spark Records es un sello underground. Las bandas mainstream, de Napalm Records, Metal Blade, Nuclear Blast, viven de la música. Por ejemplo, Amon Amarth es una banda mainstream. Vive de la música. Forefather, que lleva muchos años tocando, tiene su sello, y sigue siendo una banda underground. Vende álbumes, parches, pero no vive de la música. Aquí, la educación metalera universal está muy mal formada.
¿Cómo valoras, desde lo personal, el panorama que vive hoy la escena metalera en Cuba, especialmente con el impacto de la COVID-19?
Te hablaré desde mi perspectiva, y solo desde las tendencias y bandas que sigo, porque no tengo conocimiento de lo que hace todo el mundo. La mayoría de los grupos de metal extremo han seguido haciendo música, grabando discos, haciendo livestreams. Otras están aún componiendo, grabando, ensayando… Y me parece que, para este estado, en el que no se han podido dar conciertos, se están haciendo cosas.
Helgrind, Mephisto, Shrine Ov Absurd y Svartmass lograron contratos con disqueras internacionales, Hivernal, la banda de Germán Nebulah, también estuvo activa en los conciertos y tiene su sello, Infernal Prevail Legacy… Hay mucha gente trabajando, y eso es importante. Lamentablemente para La Habana, en febrero se cumplirá un año desde los últimos conciertos, y es algo que duele mucho. Pero al menos, el metal extremo que yo sigo —vuelvo y recalco—, no se ha quedado con los brazos cruzados.
Se rumorea que hay un nuevo álbum de Helgrind en camino… ¿nos puedes dar algún adelanto?
Voy a adelantar poco, porque es muy temprano para saber qué pasará. Tenemos una meta principal y es superar musicalmente a Return to Motherland. Es un proyecto ambicioso y será un reto para nosotros. Queremos hacer un álbum que marque una gran diferencia: que no solo represente un estándar a seguir en la escena cubana para ese estilo, sino también en Latinoamérica; que cuando se hable de los álbumes más importantes de pagan metal de Latinoamérica, ahí esté el de Helgrind.
(Entrevista originalmente publicada en Opía Magazine)