Si algo disfruto de una banda que nunca he visto tocar, es que me sorprenda a la primera. Por cuando Heavy Rain se sube al escenario, comienza a intepretar Drop Your Guns y escucho su amalgama de nu metal, me dejo atrapar y camino hacia el frente.
Su aspiración, me habían dicho los muchachos, era sonar en vivo de la misma forma que en estudio: sin adornos, con sinceridad, fieles a un EP hecho en casa y listos para enfrentarse a un audio que poco les ayuda. Pero Heavy Rain me mentía y casi caigo en la trampa…
«¡Qué cabrones!», digo para mis adentros, y ellos, los que tocan, anuncian el próximo tema. Los frikis de los 90 enloquecen con un cover a Linkin Park y yo (ahora sí) me siento engañado. Sépanlo ustedes, para que no les pase igual. Heavy Rain en vivo no suena como en su EP. Suena mucho, pero mucho mejor…