Si lo de Lugus es la técnica y la rapidez, lo de Purulent Fluid (no Fluids) es el metal directo y lo aparentemente simple. Con ellos llega el grueso del público metalero, ávido por cabecear con el slamming, y los primeros signos de «violencia».
Purulent es una banda que va a lo seguro y el público responde como se espera. Extrañé la solidez de un baterista y aunque estos jóvenes resuelven la ausencia sin miedo, siempre hay margen para mejorar. Ojalá, como sus colegas de Orphan Autopsy, logren completar su formación y seguir creciendo como grupo. Muchos esperan que así sea.